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BREVES TEMAS
DE FORMACIÓN

Para construir el futuro

[índice de temas]

 

Sin animo de ser exhaustivo, tan sólo indicativo, menciono los siguientes cinco puntos que son fundamentales para todo ministerio musical.

1- Espíritu de RED. En función de una mayor eficacia en el servicio apostólico que nos congrega, es fundamental el trabajo en red. “Pescar con caña es un deporte, pescar con red es un trabajo y es ser iglesia misionera” (Martín Valverde). El espíritu de red debe animar nuestros ministerios en orden a una mayor eficacia operativa. El desafío evangelizador del nuevo milenio nos exige este espíritu de comunión. La gran expectativa de esta Nueva Evangelización se realizará en espíritu de red o simplemente no se hará.

2- Oración y contemplación. No es valido hablar de Dios (evangelizar), si antes no se habla con él (oración), ni se le llega a mirar en total sencillez y recogimiento amoroso de corazón (contemplación). Santa Teresa de Jesús, Doctora mística de la Iglesia, nos enseña que orar es “[...] tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama” (Vida 8). Es en la confianza de sabernos expuestos ante quien nos ama, que también le amamos y contemplamos. La “eficacia” de nuestros ministerios no depende de la elocuencia de nuestras palabras, ni de la belleza de nuestras melodías, sino de la unción (poderoso e indeleble sello) del Espíritu Santo.

3- Eclesialidad. “Ninguna rama puede producir fruto por sí misma, sin permanecer unida a la vid y lo mismo les ocurrirá a ustedes, si no están unidos a mí. Yo soy la vid, ustedes las ramas” (Jn 15,4b-5a) La Iglesia es cuerpo de Cristo y comunión con él, de aquí que sea imposible pensar en servir a Cristo sin estar unidos a su Cuerpo que es la Iglesia.

4- Vocación y voluntad divina. Es fundamental que los músicos católicos, en un proceso auténtico de discernimiento, descubran la invitación del Señor a evangelizar por medio del don de la música. Sólo aquel músico que es llamado y que responda, a ejemplo de María, con un fiat decidido, estará en sintonía con la voluntad divina, empresa fundamental de todo cristiano.

5- Profesionalización del ministerio. Música católica debe llegar a ser sinónimo de música profesional, desde su concepción, arreglos músico - vocales, grabación, ejecución o interpretación, presentación gráfica, distribución, promoción y mercadotecnia, administración, etc. No le tengamos miedo a estas palabras considerándolas, erróneamente, anti-evangélicas. Si queremos que la música trascienda y cumpla con creces su objetivo evangelizador, debe ser profesional. No basta la buena voluntad. Para lograr esta profesionalización, se requiere la conjunción de diversos dones y carismas (personas) que posibiliten una organización que pueda cubrir todas estas áreas mencionadas.

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Luis Carlos Frías


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