Hay una serie de citas bíblicas que han inspirado, animado y acompañado el proceso de la Red Magnificat. La primera de ellas es el solgan mismo:
Confiados en tu Palabra echaremos las redes (Lc 5,5). Otras más, también significativas son:
Predicar el Evangelio no es para mi ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me
incumbe. Y ¡ay de mi si no predicara el Evangelio! (1Cor 9,16)
Proclamen la Buena Nueva a toda la creación (Mc 16,15)
La madre de Jesús dijo entonces a los que estaban sirviendo: Hagan lo que él les diga
(Jn 2,5)
Es necesario que él crezca y que yo disminuya (Jn 3,30)
Mi mandamiento es este: Ámense los unos a los otros, como yo los he
amado. Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les
mando. En adelante, ya no los llamaré siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su
señor. Desde ahora los llamaré amigos, porque les ha dado a conocer todo lo que oí a mi Padre. No me eligieron ustedes a mi; fui yo quien los elegí a
ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y
duradero. Así, el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Lo que yo les mando es
esto: que se amen los unos a los otros. (Jn 15, 12.17)
María dijo: Aquí está la esclava del Señor, que me suceda como tú dices.
(Lc 1,38)
Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi
salvador, porque ha mirado la humillación de su sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las
generaciones, porque el Poderoso ha hecho en mi cosas grandes. Su nombre es
santo, y su misericordia es eterna con aquellos que le honran.
Actuó con la fuerza de su brazo y dispersó a los de corazón
soberbio. Derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los
humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos despidió sin nada. Tomó de la mano a Israel, su
siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros
antepasados, en favor de Abraham y de sus descendientes para siempre.
(Lc 1, 47-55)
No me avergüenzo del evangelio, que es poder de Dios para salvación de todo el que cree
(Rm 1,16)
La religiosidad auténtica y sin tacha a los ojos de Dios Padre consiste en socorrer a huérfanos y viudas en sus dificultades y en conservarse incontaminado del
mundo. (St 1,27)
Un último texto, no bíblico, que refleja el espíritu de red que
inspira, anima y acompaña a la Red Magnificat, ha sido acuñado por Martín
Valverde. Lo incluimos ya que ha estado presente desde el inicio y hasta el momento actual: Pescar con caña es un
deporte, pescar con red es un trabajo y es ser iglesia misionera.
Esta información que
te proporcionamos está actualizada
a la Reunión de México - octubre 2001